¿Existen los elefantes blancos?
¿Acabas de ver una película de Disney en la que muestran un elefante blanco y te preguntas si realmente existen? Bueno, investigué un poco y traté de encontrar la respuesta.
Entonces, ¿existen realmente los elefantes blancos? Nunca se ha visto ningún elefante que fuera realmente blanco, pero el nombre se aplica a los elefantes que son de color más claro de lo normal. El color real del llamado elefante blanco es gris claro o amarillento, a veces con manchas rosadas.
En el pasado, los elefantes blancos eran muy apreciados; eran considerados sagrados e incluso adorados. Se consideraban tan valiosos que, en algunas regiones, sólo los reyes eran considerados dignos de poseer uno.
En realidad, los reyes eran probablemente las únicas personas lo suficientemente ricas como para mantener a los elefantes blancos con el lujo que exigía la costumbre. Los elefantes blancos nunca fueron trabajados y se les dio habitaciones especiales, a veces tan elaboradamente decoradas como los palacios.
Se asignaban sirvientes especiales para atender sus necesidades, y su comida frecuentemente se servía en comederos de plata o sobre paños blancos impecables. Se puede ver fácilmente por qué la expresión “elefante blanco” ha pasado a significar un objeto que es caro de conservar pero que no produce beneficios, o uno del que es difícil deshacerse.
P. T. Barnum “tenía un elefante blanco en sus manos” cuando intentó conseguir uno para su circo. El primer elefante murió en el camino hacia los Estados Unidos, y cuando finalmente uno llegó al país, según los informes, le había costado 200.000 dólares, una suma fabulosa incluso para un elefante blanco.
